martes, 13 de abril de 2010

Lo absurdo de la escritura

Por Luisa Fernanda Yepes

Escribir, contar historias, es una labor apasionante que transmite -a través de inventivas e imaginaciones- las realidades que se han supuesto en nuestro entorno. Sin lugar a dudas, se narra sobre anécdotas, sobre alegrías y tristezas; absurdos que componen lo cotidiano.

Gustavo Arango presenta su libro El más absurdo de todos los personajes, donde según él, "se reflexiona acerca del poder generador del significado (del sentido) que se encuentra implícito en el absurdo".

Este libro resulta bastante interesante porque expresa cómo el absurdo y los significados se renuevan de manera constante a través de la escritura. El texto expone y busca darle significado a la siguiente pregunta de Borges: ¿cuáles son las implicaciones de un texto sobre alguien que escribe?.

No muchos han dedicado sus investigaciones a pensar en los escritores, en sus emociones e ideas cuando se escribe. Son ellos quienes divagan entre las realidades -la ficción y la "real"- hasta convertirse en un personaje.

O mejor, en "el más absurdo de todos los personajes", como afirma Camus, haciendo alusión a esos novelistas que son conscientes de la carencia de propósito en sus creaciones.

El más absurdo de todos los personajes es una propuesta que nos hace pensar sobre las posibilidades de darle sentido a lo absurdo. Es, además, una invitación a redescubrir los personajes que conforman nuestra historia y aquellos que la escribieron.

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